lunes, 12 de enero de 2009

This mess we are in

Can you hear them?
The helicopters?


Llegaron. Subieron las escaleras uno detrás del otro, en silencio, pensando si sería lo correcto, deseando que nadie los viera, planteándose si no se estarían metiendo en un lío.

I’m in New York.
No need for words now.


Y no necesitaron palabras ni para oírse ni para escucharse. Se metieron en un lío de brazos y besos. Aun antes de abrir la puerta, la cual, sin querer, dejaron abierta.

We sit in silence,
you look me
in the eye directly

No importaba. Porque las miradas eran tan fuertes que hicieron caer del techo unas cortinas muy gruesas que los cubrían de arriba abajo. Porque ese silencio externo podía escucharse por dentro, gracias a una cadena de gritos y voces que no marcaban otra cosa sino el deseo.

You met me.

Y así es como se conocieron.

I think it's Wednesday,
the evening.
The mess we're in and
the city sun sets over me.

Y el Sol desapareció sobre ellos. Y no les importó. Lo único verdaderamente relevante era volver a verse.
Para, así, volverse a enamorar.

Night and day
I dream of
making-love
to you now baby,
love-making
on-screen,
impossible dream

Cada vez que hacían el amor, se volvían a enamorar.

And I have seen
the sunrise
0ver the river,
the freeway
reminding
of this mess we're in and
the city sun sets over me.

Y el amanecer los enviaba de nuevo a la realidad del día: la extensión del deseo de volverse a encontrar.
A pesar del lío en que se estaban metiendo.

What were you wanting? I just want to say, ”Don't ever change now baby”, and thank you. I don't think we will meet again and you must leave now, before the sunrise, above skyscrapers, the sin and this mess we're in and the city sun sets over me.

Y un día, el atardecer no llegó. Porque no.

“Sólo quiero pedirte que no cambies nunca, cariño. Y también darte las gracias. Creo que no nos volveremos a ver, y tú tienes que irte ya, antes de que amanezca sobre todos estos rascacielos.
Este pecado, este lío en que estamos.
Y el Sol de la ciudad se pone otra vez sobre mí...”

Y no se volvieron a ver nunca más. El deseo de volver a encontrarse se repetía cada día, del amanecer a la puesta de Sol. Y se hacía aún más fuerte cuando por alguna parte, entre los helicópteros, sonaba This mess we’re in de PJ Harvey.


El duque de Kiddo. Noviembre de 2007.

http://es.youtube.com/watch?v=99k8w65v3_I&feature=related

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